lunes, 1 de diciembre de 2008

Lectura 1 (Parte I)


Música Andina
Objetivos:
  • Mostrar el proceso de desarrollo de la música andina y su relación con los ritos de cada cultura.
  • Identificar las diferentes categorías de música andina dependiendo de su origen y destino.

Música Andina

Por su solemnidad evocativa e instrumentación exótica, la llamada música “indígena” de Los Andes tiene un importante público mundial. Hay abundantes grupos que cultivan este género con gran virtuosismo en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Esta atención internacional se desarrolló a través de una curiosa historia desde los años 1950.
Durante el siglo XX, las sociedades andinas sufrieron drásticos cambios que influenciaron los desarrollos musicales también. Bolivia, por ejemplo, vivió una revolución nacionalista en 1952 que produjo más reconocimiento de las culturas indígenas que en otros países de la región. El gobierno boliviano fomentó el desarrollo de la música aymara, y las estaciones de radio hicieron famosos a varios grupos típicos del altiplano. Estos trabajos musicales llamaron la atención de algunos movimientos culturales que estaban interesados en el cambio social de izquierda en otros países también. En Chile, por ejemplo, varios miembros de la “Nueva Canción” latinoamericana se interesaron en fomentar e integrar la música aymara en sus trabajos. Esta música se hizo muy famosa con la producción de grupos chilenos universitarios que no eran exactamente indígenas – Illapu, Quilapayún e Inti-Illimani, entre ellos –. Durante las décadas de 1960 y 70, los miembros de estos grupos investigaron la música tradicional de la cultura aymara en el altiplano boliviano, y adaptaron su instrumentación y ritmo para producir creaciones musicales de gran originalidad y fuerza lírica.
Por razones tanto políticas como estéticas, este tipo de música se popularizó rápidamente por América Latina en los años sesenta. Más tarde, cuando estos grupos se exiliaron durante los años setenta para huir de la represión militar de la dictadura de Pinochet, su música también alcanzó gran difusión en Europa. Además,
Simon & Garfunkel hicieron famosa la música andina entre el público norteamericano con la canción “El cóndor pasa” (1970), basada en un arreglo que hizo Jorge Milchberg sobre un tema tradicional de origen incaico que el peruano Daniel Alomía Robles (1871-1942) había incorporado a una suite instrumental en 1913. Paul Simon descubrió esta canción cuando asistió a un concierto de un grupo de música indígena de Los Andes en París.
La complicada historia de “El cóndor pasa”, hoy grabada en infinidad de versiones, muestra el camino laberíntico por el cual la “música andina” llegó a ser un género reconocido en todo el mundo. Es también una buena metáfora de la paradójica historia de las culturas indígenas latinoamericanas: después de siglos de marginalidad, una buena parte del respeto que han obtenido para su autonomía cultural proviene de la atención académica y comercial moderna e internacional. La paradoja es, pues, que estas culturas con frecuencia primero tienen que hacerse 'modernas' y recibir atención internacional para poder luego defender sus derechos y su modo de vida tradicional en sus propios países de origen.
En sus dimensiones folklórica y autóctona, experimenta radicales transformaciones de orden formal y de contenido cuando se inserta en los procesos de producción y difusión masiva en las sociedades contemporáneas. Para ello, concentramos una descripción cualitativa de la música llamada autóctona en la región andina en base a contribuciones de la etnomusicología andina y observaciones propias.
Pese a que pasaron muchos años de tentativas coloniales que sometieron y hasta extinguieron grandes pueblos y culturas, en Perú y Bolivia existen muchas comunidades quechuas y aymaras que conservan sus rasgos culturales con poca influencia de la cultura occidental o con una marcada presencia de estructuras formales y de contenido que tienen que ver con cosmovisiones milenarias.
Muchas comunidades mantienen sus formas de relacionarse con el mundo material, la sociedad, la naturaleza y el mundo sobrenatural y en esas relaciones la música juega un papel fundamental como propiciador de comunicación. Podemos afirmar que una de las principales características de la música andina, también llamada autóctona, es la concepción ritual, es decir su existencia en momentos ritualizados, festivos y religiosos.

1 comentario:

Candy Panda dijo...

Oye esto es fantástico gracias :)