viernes, 5 de diciembre de 2008

Lectura 2 (Parte IV)

Percusión


Bombo


Son muchos los tipos de bombo existentes dentro del folklore andino y en cada región reciben distintos nombres, formas y tamaños. De esta manera podemos encontrarnos cajas chayeras o tinyas en Bolivia (con cilindros de poca altura y en ocasiones un gran diámetro) o Bombos de cilindro alto en Argentina donde existen también variantes típicas de cada región concreta. Dignos de mención por su calidad son los bombos Salteños y los Santiagueños y por supuesto el bombo legüero de gran tamaño y que recibe su nombre por su potente y grave sonido, capaz de oírse a una legua de distancia. Generalmente se fabrican en madera de troncos ahuecados y sus parches de piel de cabrito o de oveja que son tensados mediante cuerda o cinta de cuero que las tensa en zig-zag desde los aros. Son percutidos con baquetas que en ocasiones van revestidas del mismo cuero y reciben el nombre de mazas. Excavaciones recientes, revelan la existencia de alguno de estos bombos en culturas preincaicas.



Chajchas


Las Chajchas son instrumentos de percusión muy habituales en el folklore Andino. Se suelen tocar por pares y se construyen a partir de pezuñas de animales (habitualmente de cabrito, oveja, llama o alpaca) que se enzarzan en manojos cosidas en un trozo de tira de tela.
Se tocan a modo de sonajas, haciéndolas chasquear unas contra otras lo que provoca un sonido muy particular.
Son empleadas en numerosos bailes y ceremonias como acompañamiento rítmico de las bandas andinas y su existencia se remonta a culturas preincaicas.






Maracas

Es un instrumento muy extendido por todo el cono Sur en muy distintas formas y tamaños dependiendo de la región.
Se fabrican a partir de distintos tipos de calabazas que se ahuecan y se dejan secar introduciendo en su interior semillas. Se tocan a modo de sonaja haciendo chasquear su contenido con las paredes del instrumento. Por lo general se emplean en parejas, diferenciando el macho (de sonido más grave) de la hembra (con sonido mas agudo). Esto se logra adecuando la cantidad de semillas de su interior o bien variando el tamaño de la calabaza. En ocasiones se emplea una sola calabaza de gran tamaño y forma de pera recubierta por una malla de pequeños caracolillos que responde al movimiento del instrumento chasqueando contra sus paredes.



Cajón

El Cajón Peruano, es una caja de madera con un orificio en el centro; Se dice también que las "calabazas" o "chacombos" fueron empleados simultáneamente en los orígenes del cajón. En efecto, los pocos cronistas que han escrito acerca de la música peruana en tiempos de La fiesta de Amancayes, hablan de tambores, vihuelas y guitarras, e inclusive de "calabazas", pero aún no mencionaban al cajón. En esas épocas, existían variedades de ingeniosos instrumentos con los cuales el músico se acompañaba, había "tamboretes" que utilizaban un pedazo cuadrado de madera cepillada, sobre cuatro soportes, y también los llamados tambores.
Estos eran hechos de troncos de árboles huecos y cortados de diferentes alturas, que se pulían y cubrían en uno y otro extremo, con piel de animales. Pancho Fierro en sus grabados costumbristas acerca de la zamacueca, y el lundero o landó, no representa ningún instrumento de percusión en esas épocas, por lo cual se presume que el uso del cajón se generaliza años más tarde.
Cuando hay más de un cajón, uno de ellos llevará la base rítmica, mientras que el otro adornara con matices sonoros, lo cual se denomina "florear". También se puede encontrar formas de contrapunto entre dos cajones, entrando en un diálogo de percusión, mientras alternan las funciones de ritmo base y repicador, o "hembra y macho". (INC 1978)
El cajón nace de o para la música negra peruana, pero a principios de la década del 50 se incorpora a la marinera, tondero, el golpe-áureo, y se incorpora incipientemente al vals en la década de los 60. Pero es en la década de los 70 en que el cajón se difunde ampliamente entre grupos de folklore negro y gracias a la destacada participación de agrupaciones como el Conjunto Nacional de Folklore, dirigido por Victoria Santa Cruz, y la conocida agrupación "Perú Negro", dirigido por Ronaldo Campos. Más tarde, el cajón brilla como instrumento predilecto y necesario en prácticamente toda manifestación “criolla”, y alcanza su apogeo en las épocas de Arturo Zambo Cavero.
Tradicionalmente, el cajón se hacía de cedro o caoba, y "mientras más antigua la madera, mejor es el sonido", como refiere el eximio cajonero Juan "Cotito" Medrano


Quijada

Es otro instrumento tradicional Afro-Peruano que consiste en el uso del maxilar inferior de un burro, mula o caballo llamada quijada, se golpea haciendo sonar los dientes que se encuentran flojos en sus respectivos alvéolos, los que ofician de resonadores. También se toca con un raspador, que puede ser de hueso, madera, que se frota sobre la fila de dientes. De allí que los nombres de Carraca, carrasca sean voces onomatopéyicas.




Tinya




Otro instrumento antiguo se hace con piel de puma o corderillo. Cuentan que si las pieles han sido robadas el instrumento es más sonoro y más mágico, pero se dice que la tinya de puma sólo la tocan los audaces porque los ayuda a pelear. Su música es imprescindible durante la construcción de casas, fabricación de tejas y adobes, en los carnavales y en la hierra de las vacas (huaca yerrari).

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